#BuenDiaCorredoresMañaneros
Después de varios meses sin entrenar en forma regresé a vivir tal y como me place, el triatlón es un gran deporte que permite competir contigo mismo, al menos a mi edad, competir contra tus tiempos, tus expectativas y sobre todo tus metas.
Por dos semanas me dedique a viajar en Quintana Roo, para realizar el 70.3 y el triatlón olímpico de Cozumel.
Cozumel, ya es tierra conocida por mi un lindo lugar que no deja de encantarme, hay cosas que cuidar o evitar (como sus taxistas), otras como aprovechar como el cielo, la ruta de entreno, su comida, su gente de a pie.
Este año después de la primera semana, varios pensaban que era una persona local, al grado que en los restaurantes ya me daban mi descuento de quintanarooense ¡sin pedirlo!, no se si sea por que recuperé el tono de mi piel (bronceado intenso) o porque era muy mesurado y correcto en el trato.
La primera meta 70.3
El 70.3 fue una buena competencia, esta fue otra competencia recordando a dos personas que recientemente fallecieron, demasiado jóvenes: mi primo Pablo y una amiga Verónica, entonces el sentir emocional era un poco alto, sin embargo, mi expectativa era terminarlo en una pieza dado que conozco Cozumel y sé como es en humedad y temperatura, ya alguna vez terminé en el hospital deshidratado, si a ello le suman lo hipertenso y el control que debo mantener en otro punto de salud, había que hacerlo con atención.
De nuevo mis sobrinos me hicieron el favor de venirme a ver, esta vez si se quedaron a echarme porras, uno de ellos es quien más me comenta en la prueba y el otro es mi paramédico de cabecera, les agradezco mucho a ellos y a su mamá por mandarlos y aguantarme, pasamos una cena divertida en un lugar demasiado fresa (pijo, cheto, cuico).
El evento
La natación muy buena, sobre todo porque ahora sí hubo un poco de corriente, a tal grado que incluso una boya se les soltó del anclaje que a la larga forjó que nadara como 400 m extras, no pasa nada fue en el último segmento con corriente en contra, el regreso con corriente a favor fue divertido.
La rodada muy buena y práctica, la parte de Punta Sur no estuvo tan ventosa como otras veces no obstante si muy calurosa en el resto de la ruta ni una nube se apiadó de nosotros, terminé en poco mas de unas tres horas de rodada tal y como estaba planeado. La T2 un tanto desordenada, demasiada gente dentro.
La porción de carrera, que solía ser mi fuerte, esta vez no estuvo tan buena para mi, dado que con 13 kg de sobrepeso mi ritmo no era tan raudo, muy lento para mis viejos tiempos, y después del km quince ya estaba muy agotado.
Como evaluación final, fue una buena competencia en lo saludable: no use geles, no use pastillas de sal, no use Pepsi cola, únicamente tomé agua, mis barras de cereal, ni las bebidas isotónicas que daban utilice, eso si, una cantidad fuerte de hielo y agua fría para bajar el calor.
Según mi Garmin la temperatura promedio de ciclismo y carrera fue de 33 oC, con bastante humedad. Una vez terminada la prueba, a recoger la bicicleta y a rodar de regreso al Hotel.
Tantos años de hacer fondo me ha valido, a diferencia de mi primer 70.3 donde religiosamente tomaba cierta cantidad de carbohidratos y geles cada cierto tiempo, esta ocasión no, fue tomar el tiempo y escuchar al cuerpo, aunque con varios años de diferencia, no me sentí tan raro.
El evento lo sentí un poco distinto, no por la gente, me toco competir el primer día con las mujeres yo todos los veteranos, la diferencia es que terminé y aun había bastantes competidores detrás de mí; antes de la pandemia cuando se hacía en un solo día el evento, cuando acababa mi prueba el 80% de los competidores ya habían terminado.
Ese mismo día en Berlín, Mike corría su maratón, hizo un buen tiempo, pero aun puede mejorar significativamente, una gran persona que le ha dado potencia y ejemplo a muchas personas, excelente empresario y buen amigo.
La segunda semana
Lunes… temprano salir a rodar, hay que recuperar cuerpo y aflojar las piernas, sin pretender ruedo los 65km que dan la vuelta a la isla, digo sin querer, porque el plan era rodar sólo 40km, pero, ya estando en la bicicleta y con ese paisaje me seguí, salvo una pinchadura que ocurrió casi al llegar a l hotel todo fluyó sin incidentes.
Aprovecho para ir a nadar todos los días al mar, en distintas playas, uso mi boya de señalización y a darle una media hora a una hora, si bien no es mucho tiempo, si se logra nadar entre 1.5 y 3km en ese periodo, pero lo más interesante es la quemada de espalda que me puse pro no poder ponerme bien bloqueador.
Un mundo pequeño, pero benevolente
El mundo es tan pequeño que me invitaron a darles una clínica de triatlón a un equipo juvenil infantil y a sus papás, me agrada mucho explicarles muchas cosas, que para mi ya son triviales, pero que no del todo lo son para quienes es su primera competencia.
Varios de los niños y jóvenes vienen a su primer triatlón, así que la clase va desde cómo hace el registro, cómo preparar la bici en el rack, qué hacer si pinchan, cómo vestirse más rápido al hacer las transiciones y sobre todo, el no olvidar hidratarse.
Para los papás la plática es más amena, muchos de ellos quieren vivir una vida de deportistas a través de sus hijos, así que, lo que les comento no les gusta a más de la mitad de los papás, pero, al final comprenden.
El niño se tiene que divertir y hacer el triatlón por que le gusta, no porque le obligan, les doy razones, causas y efectos, al final logré hacer una concientización de esto, parece que terminan los papás bien.
Segundo día de clase, hablarles de la natación en aguas abiertas, cómo orientarse, cómo respirar, y algunos trucos para aprovechar la corriente, qué hacer cuando un agua mala te toca, práctica vivencial que nos divertimos demasiado.
La ultima clase fue de bici y carrera, explicarles cómo ajustar el sillín, ver la medida de la bici, cómo montar y desmontar, y cómo hacer la porción de carrera.
El equipo realmente ya sabía casi todo esto, su entrenador es muy bueno, pero, a veces necesitan que un externo te lo reitere, ya saben el típico bruto que tiene un criterio nulo y descalifica al que sabe, así que esa labor me toco zanjarla un poco.
El día de la competencia del Sprint, una semana después del 70.3, con agrado veo que a casi todos los niños de 14-15 les fue muy muy bien, su entrenador les puso un plan de competencia, qué debería hacer, todos pasaron con mejores tiempos de los estimados, salvo un par de niños que se pusieron nerviosos y que nadaron más lento de lo esperado, comprensible, en la mañana hubo un poco de oleaje, todo fueron muy buenos en sus resultados.
Mi competencia en el olímpico fue buena, logré bajar mis tiempos por casi 5 minutos siendo mi nuevo de gordo tres horas y trece minutos, pese a pinchar mi llanta, además del equipo de triatlón con el que estuve, me encontré a muchos conocidos, al excelente coach Manuel de Sprinters de Cancún, a Brauni de los Racoons de Cozumel, a Víctor de CDMX, y a varios mas, es un mundo muy pequeño, fue divertida esa competencia del olímpico, parecía socialite saludando a tantos y distinguidos personajes.
Dos semanas después de regreso a México, no me desazonó trabajar desde la Isla, con las clases y otros proyectos que seguí avanzando, un celular y mis notas fueron suficientes.
Por lo pronto descansado, feliz, pleno, regresé a los 2240 m.s.n.
Una oración por Pablo, por Verónica, por Víctor Hugo (mi Vic), y deseando lo mejor para todos, es bueno ver triunfar a los amigos y a la gente conocida.
Al final, un día dejaremos este mundo, así que vive una vida que recuerdes siempre…
¿Cuántos kilómetros corriste hoy?