Triatlón con causa que la vida es una

Estar agradecido y no mostrarlo es como tener un regalo y no entregarlo.

Hace más de treinta años cuando era becario en la UNAM, conocí a bastantes brillantísimas y formidables personas, con varias de ellas aun mantengo contacto, entre estas personas una genial, fuerte, inteligente y aguerrida colega académica, mentora y guía en diversas ocasiones le ha sobrevenido un tema de enfermedad al interior de su familia, con una de sus hijas; no sobra mencionar que es duro como padre ver estos eventos que no le deseamos a nadie y afecta la vida en diversas maneras.

La pandemia por COVID 19 ha cobrado demasiadas víctimas por la irresponsable actitud y nulo apoyo de Gobierno en México y en otros causado por la cantamañanas de otras tantas personas; más de treinta amigos en mi primer círculo, académico, familiar y de conocidos han fallecido a la vuelta de catorce meses; entre ellos uno de mis más queridos familiares, un primo hermano quien era más bueno que el pan.

Ante estos sucesos, llega el momento de reflexionar si las personas felices son agradecidas o es que únicamente las personas agradecidas llegan a ser verdaderamente felices; como muestra de solidaridad y apoyo a mi colega ETR y a su pequeña #Are me aventuré a regresar a realizar una competencia de media distancia (el triatlón de media distancia o medio Ironman consta de 1900m de natación, 90km de ciclismo y 21km de carrera) para ser agradecido con la vida y ETR para con Are; puede pensarse que no es mucho, pero, ¿qué otra cosa puedes dar cuando es una enfermedad como esa?

Hace unas década mientras laborara en una empresa de los EUA, en una librería de viejo halle un libro de Herny Van Dyke famoso poeta que me dejó una frase “what you possess in the World will be found at the day of your death to belong to someone else. But what you are will be yours forever“, en parte debido a que mi padre había recien fallecido y en otra medida por la agridulce experiencia de la vida.

Debido a esto y diversas situaciones el #RiseAndShine ha sido y es parte del día a día, entonces, que mejor ofrecerle como muestra de apoyo a una persona tan fuerte y a su familia que lo que se es y será nuestro para siempre, en mi caso, el deporte, o una cátedra, elegí el deporte.

El preludio anterior es el contexto de la competencia, estando de regreso un evento de media distancia, aunado a más de 14 meses sin competir (ni entrenar a calidad debida), decidí tomar ese evento y mapearlo con lo anterior, adicionando que la eminente vejez acentúa el pensar y viajar ligero en la vida, procurando estar de buen humor y disfrutar de esta dondequiera que esté y pese a la situación.

Acapulco

Al menos tenía 33 años de no visitar el puerto, cuando era clavadista casi cada pretemporada con la selección el campamento era allá, de verdad lo disfrutaba hasta que vi demasiada violencia e inseguridad; con gratos anhelos manejamos con la familia el sábado previo a las 5am rumbo a la competencia, un poco de tráfico pero en cuatro horas y minutos llegábamos.

El evento no ha sido el mejor por diversas situaciones, pero enfoquémonos en lo bueno: el competir de nuevo, nadar en el mar, rodar en carretera y correr con el Sol a plomo es portentoso para cualquier triatleta.

El hotel sede hizo su labor, muy bien organizado y ordenado, la marca que da nombre y principal patrocinadora del evento ya es sólo un negocio, dejó de tener ese espíritu deportivo aspiracional, al menos en México, de grandeza.

De acuerdo con los organizadores fuimos 1,500 participantes, mi objetivo personal era terminar el evento antes del tiempo límite para mi la prueba más que física era mental y lo fue; el corte era a 8h 30 m de haber iniciado, bastante tiempo, aunque hice demasiado entre en la ventana de finisher.

Sábado después de manejar 4horas y minutos, examen PCR, recoger paquete, registrarse en el hotel, armar la bicicleta, dejarla en la T1, llevar la bolsa roja de carrera para la T2 consumió tanto tiempo que estuvimos desayunando casi a las 13:30, terminado el estrés, ahora a descansar un poco, preparar la carrera, saludar a los amigos triatletas y demás conocidos.

Es increíble como el deporte te acerca con la gente, justo platicaba con el gran mecánico de la bicicleta Bamboo, cuando llegó el ganador del UltraMan 515 NonStop quien sólo hizo 30 horas, este si es un súper atleta para mi gusto, conversamos de la competencia y anécdotas, llegó otro ultra y más charla de pruebas; decidí regresar a la habitación a reposar, en la ruta me tope con otro coach de un equipo de la CDMX un buen tipo y además ingeniero de la UNAM unos minutos de cháchara y de nuevo rumbo al hotel… más adelante un ex alumno de la Anáhuac con su esposa me alcanzó, él también competía, con gusto discurrimos de las clases, de la expectativa del triatlón, este proceso de encuentros me comió dos horas de descanso.

Esa noche a relajar lo mejor posible, cenar e hidratarse bien que había que levantarse a las 4:30am para desayunar, preparar lo último de material para la bicicleta y trasladarme a los autobuses rumbo a la salida, caminando.

Puntual y ordenado el montar los últimos detalles a la bici, elegir bloque de salida, el cual no se respetó, esperaba mi bloque de 33 m. pero muchos competidores – cual familia peluche – no respetaron y se metieron en la fila, quedé en el último bloque de salida con aproximadamente otros 60 competidores.

La competencia

El segmento de natación muy fácil y hasta cierto punto rápido, debí rebasar al menos unas 20 personas, no pude con más porque se iban rezagando los que salieron antes, ¡no se que ganan! No por salir antes van a nadar más rápido, cabe mencionar que cada 10 segundos salíamos en promedio seis atletas.

El termino de la nadada y llegar a la T1 bastante bien, rápido y como estaba planeado, esta vez decidí hacer tres cambios de ropa, recuerden que no iba por mejorar tiempos, así que salí con el speedo, llegué a T1 para ponerme el maillot, el culote, demás vestimenta, rápido a pedalear en una subida, la realidad que no está tan difícil, la de Campeche es más pronunciada, sin embargo el desviador delantero se había atascado, el día anterior deje la bicicleta en plato chico y piñón grande, los primeros 8 km fueron a plato chico y piñón grande (38×28), no muy divertido.

Al avanzar 8km en la bicicleta estaba Bamboo, como caído del cielo, no había servicio mecánico neutral en ese bloque, le hable le dije que traía bloqueado el desviador y en tres minutos solventó el problema, ahora si a rodar con el plato 52.

Los 90km estuvieron divertidos, los sentí a buen ritmo, traía piernas para ello, quizás esos minutos de reparación y lo lento del primer segmento me comió un poco de tiempo. La temperatura estaba en aproximadamente 33oC y humedad del 65%, sin viento, los avituallamientos estaban justos para mi entender, al menos bebí entre isotónica y agua unos nueve litros.

La transición dos fue rápida, cambiar mailloit por camiseta y mallas para correr por culote, calzar los tenis y a darle, no obstante a que me sentía bien al terminar el primer km me sentí fatigado, llevaba mi garmin y estaba cuidando que no llegara a más de Z3.8 para no quemarme, eran casi el medio día y sabía que me iba a cobrar factura el astro rey.

Aquí es dónde comienza lo mental, si bien tan sólo iban 2km de natación y 90km de bici, lo obeso y un tanto falto de entreno riguroso cobró factura; la gente fenomenal, te apoyaba (sin cubrebocas, que me estresaba un poco pese a que un par de días antes me habían vacunado vs el COVID) a caminar, pensar en sí llegar y cuidar que el ritmo cardíaco no pasara de Z4, en mi mente decía que únicamente restaban 2 horas corriendo (jajajaja, cosita… ), este es el momento cuando piensas, ¿por qué lo haces? ¿Para qué sufrir corriendo? Entonces recordé a Are, al menos corrí dos millas hasta que volví a caminar, comer gel con galleta y agua cada km, me sentí un poco viejo, no como un insulto, tan sólo una consecuencia de la edad 🙂 .

Obviamente mi familia me alentaba cada vez que pasaba frente a ellos, creo que son los que menos disfrutan mis competencias cuando me acompañan dado que no pueden pasear, deben echarme porras (si no, ¡mejor no llevarlos!), en cada vuelta del segmento de carrera te das cuenta que vas al final de la competencia con los más lentos, quienes nos animamos unos a otros: aquí todos buscamos apoyarnos, animarnos para que todos ganemos, otra razón por qué dedicarlo a Are, en el triatlón de medias y largas distancias honestamente todos deseamos le vaya bien a nuestro colega competidor, si puedes apoyas, si no puedes: apoyas!, this is what life is about y my life be like.

Después de los 10km ya sientes que tienes hecha la prueba la mente cambia y sabes que ya lo lograste, sin embargo, se requiere mantener el paso, el ritmo y no caerte.

La entrada buena, medalla recibida, playera de finalista en mano, acción divertida durante 7h22m después de mi salida, entre entero, sin ampollas, cansado, pero bien, de ahí a hidratarse, recoger la bici, salir con la familia y regresar rodando al hotel.

Durante estas más de siete horas recuerdas que sólo hay una vida, que debes disfrutar lo bueno, olvidarte de lo inoperante, perdonar o bloquear lo malo, siete horas de diversión, de reflexión contigo mismo, de viajar ligero, de sufrir, de saber si te diviertes y vives o sólo sobrevives, reflexionas que mientras más viejo menos personas están a tu alrededor, la vida decanta las impurezas con el tiempo, valoras la verdad y a la gente honesta, buena, exitosa, grande, sencilla.

El colofón

Tan sólo recordar que doy gracias a todos por lo bueno, lo malo, todo aporta; mientras más avances, experimentes, fracases, te levantes, te enamores, te desilusiones, pierdas, ganes, perdones, enseñes, aprendas, compartas, sirvas y vivas recordarás a Van Dyke: el día de tu muerte sucederá que lo que tú posees en este mundo pasará a manos de otra persona, pero lo que tú eres, será tuyo por siempre.

Con afecto y respeto Are, mis mejores deseos, buena vibra, lo mejor para ti y tu familia, eres tan poderosa que saldrás avante. Huélum, Huélum ¡Gloria!