
Así versa el nombre de un conjunto de carreras (5,10,21,30, 42 km) que organiza una grupo de entusiastas corredores en Nevada, esta es parte del serial de otra empresa llamada Desert Dash.
Hace unos meses sabia que tenia que ir a la zona de Nevada, así que aproveche para buscar alguna carrera que hacer y me halle esta, al principio dudaba si correrla o no pero me aventure a hacerlo, en algo que ellos denominan el double dirty , que es correr dos carreras el mismo día una por la mañana y otra de noche.
Si bien ya había hecho algunas carreras entrenando en áreas tipo trail, sobre todo en el bosque de Tlalpan, literalmente dentro del bosque, no tenía (tengo) una preparación muy robusta en este tema, pero la emoción de correr en el desierto era mas.
Quizás, si ya corres bastante este post te resulte ordinario, sin embargo, para mi si fue una grata y nueva experiencia. A diferencia de las carreras de ruta donde el pavimento o lugar de desplazamiento es casi parejo en su superficie, acá en el desierto no había nada parejo: piedras en todo el camino, un caminito estrecho donde literalmente te avisan para que puedas ser rebasado o rebasar, muchas subidas y bajadas, muchas, algunas con buena dificultad técnica.
Ahora, si no has corrido antes en esta situación, realmente te invito a que lo hagas, eso si con tobillos fuertes, viendo buen donde pisar; el sol estaba a todo lo que daba, pero el viento era frío, así que en cierta medida era ideal para correr, sin embargo sí sentías como el sol te abrazaba.
Corrí medio maratón por la mañana, era probarme en una distancia segura y tranquila, así que los primeros 7 u 8 km íbamos en una cierta fila india a unos 10 a 11 km por hora, que para mi gusto era un buen tiempo considerando lo técnico de la ruta (para mí), a partir de ahí se fue separando el grupo, los verdaderos trail runners se despegaron del grupo y solo los vi alejarse.
Eso de subir y bajar colinitas con piedras sueltas (imagina correr sobre grava) era un poco complicado, llega un momento que te quedas en una distancia de 300 a 500 metros entre corredores, y lo único que escuchas son tus pisadas y el viento, así que la ruta se disfruta mucho, ahora, en lo personal no veía mucho hacia arriba o adelante, venia cuidando mas donde y como pisar.
Las vistas que obtuve en el desierto son muy bellas, realmente me gustaron, estar dentro del ambiente y voltear a ver, por un momento que no tenia corredores cerca atrás o delante de daba un poco de temor (por la razón de perderme) dado que los señalamientos estaban, pero una distracción te llevaría a tomar una mala ruta y en vez de medio maratón acabaría haciendo uno completo (lo cual de hecho le ocurrió a un par de corredores que iban por 10 y 21k y acabaron con 21 y 42k por perder la ruta).
Si eres corredor de pavimiento, creo que esto te gustará, al menos no me sentí muy cansado de rodillas pero, si de cuádriceps, el trabajo es distinto, el braceo también, los cambios de ritmo son lo normal, acá no corres contra el tiempo necesariamente.
Los puestos de control eran como oasis,no solo por el agua que te daban, fruta y demás cosas pero sobre todo por las porras que te daban, en el último puesto ya venían varios corredores de regreso , es una intersección donde puede hallar a corredores que te llevan entre 3 y 4 km de distancia, y el “good job runner” es lo típico, esto de apoyo entre corredores es común pero entre trails viví que es mayor el apoyo.
En la ruta varios corredores se tropezaron, además del golpe y ramalazo que se daban, la sangre en sus rodillas, brazos o salva sea la parte, era común, uno que venía detrás de mí se cayó dos veces pero a levantarse y seguir.
En esta carrera estrene un uniforme que me mande personalizar, así que recibí varios apoyos usando mi nombre por los demás corredores, lo cual es bien chido diría el Conejo Malo, por cierto durante el trayecto mañanero solo ví un par de conejos (o liebres) y algunos restos de huesos de animales, nada mas. En ratos el paisaje era un poco para recordar mi niñez viendo las caricaturas del Correcaminos y el Coyote, por el paisaje árido de los cerritos con sus piedras rojas.
Por ahí del km 10 la carrera es de subidas y bajadas, pero estas en una zona alta, se alcanza a ver hasta Las Vegas, abajito aparece un campo de golf en medio del desierto (como a unos 3 km abajo), ahí viene una loma del cual tomé un video corriendo.
En la zona mas caliente de la carrera y sin sombra alguna, si pensé un momento en los emigrantes mexicanos o de otros lugares que huyen del país buscando mejores oportunidades en EUA, que pesado es se los aseguro caminar por el desierto, también aquí pensé “que carajos hago corriendo bajo el sol a esta hora”, parte de la meditación y platica que haces contigo en la ruta.
En el ultimo puesto de control, aproximadamente al km 17.5 no me detuve mas que para que tomaran mi número de corredor, justo delante venía un corredor que le pedí el paso, y me dijo “adelante échale ganas yo ya estoy acalambrado” y pensé “ a chingao este es paisano”, voltee la cara y sí era un mexicano o paisano de segunda generación, le dije “vámonos juntos, jálale ,sí puedes”, estaba mas chavo, así que se animó, nos venimos a pasito tun tun (mi definición de 8km por hora…), este trayecto incluía una subidita sabrosona, así que ahí nos la llevamos, creo que se recuperó bien porque venía pegado detrás de mi.
Ya para terminar la carrera, faltando dos kilómetros, venía mi cierre, me sentía fuerte, así que a apretar la cadencia, alcance como a tres corredores, uno de ellos toda la carrera había sido mi liebre (es decir a quien seguía y buscaba mantenerle el paso, se veía un poco mas joven que yo, pero sobre todo con facha de buen corredor de trail), en el trayecto final del último km vino lo interesante para mi, como 8km antes una chava me había rebasado y pues busque alcanzarla, si me llevaba buen trecho, y en vista de 500m para llegar a la meta igual traía yo a otro corredor detrás a sprintear, no alcance a la chica, pero tampoco me ganó el que venía detrás de mi, un excelente cierre para mi gusto.
Como primera experiencia real de trail y en esta ruta, la tradición es que toques una campana y te den un dog tag de premio, lo cual recibí con mucho gusto junto con mi medalla-destapador y me esperaba una rica cerveza, la cual tomé y repetí, me supo a gloria. Sesión 1 terminada, después de 2:18:00 corriendo.
En la noche, me tocó la segunda parte, correr en el desierto, con frío de verdad, solo que ahora iba bien cubierto con tres capas. Soy franco, sentía un poco de miedo, por mi lámpara minera que compre en el metro la cual no me sirvió de mucho, sí me di cuenta ( y padecí) que se necesita una de esas lámparas pros.
En la carrera literalmente no ves mas allá de lo que tu lámpara alumbre, afortunadamente para mi traía una corredora detrás cuya lámpara era muy potente y prácticamente me fue alumbrando la carrera, curioso porque como a la mitad le dije que me rebasara y me dijo que no, que nos fuéramos juntos porque ya quedábamos muy separados de los demás (unos 300 metros), lo cual agradecí enormemente, de hecho en el km 3 tome la ruta equivocada y ella me grito que regresara a la ruta, y ahí voy para atrás.
Traía una lámpara pequeña de mano, que me dio cierto apoyo, pero la que debes traer en la cabeza es la neta (es decir debes estar fuerte mentalmente), creo que esto le puso mas emoción a la carrera, porque la adrenalina venía a todo, no quería caerme en un barranquito o tropezarme de noche.
Correr de noche fue muy diferente, no veía nada!!!, salvo las luces de los corredores delante o detrás y el puesto de control que sí estaba alumbrado, en alguna parte de la ruta, calculo el km 2.5 vi un par de cosas moviéndose (conejos, serpiente o lo que hubiera sido) que me saco de onda, correr con un paso mas alto para evitar tropezarte.
De nuevo ya regresando a la meta se vuelve a ver al fondo la ciudad de Henderson primero y luego Las Vegas al fondo, increíble como la luz se nota cuando acá no había nada en la ruta, ya en los últimos 500 metros, la corredora que me hizo el quite alumbrándome me rebaso haciendo un sprint, pensé alcanzarla, pero deje se fuera, se merecía llegar antes que yo.
Llegar en la noche a la meta, también fue distinto, me dió mi medalla una pequeña niña, hija de los organizadores, me invitaron un rico café y una galletas, que me cayó de perlas de nuevo. Solo veía caras de satisfacción y alegría en los que terminábamos. Vi muchas familias esperando a su familiar y como al terminar los recibían con una frazada. Como esta la corrí de a soledad, pues me abrace solito y vi al cielo despejado llenos de estrellas como celebración íntima.
Fue una carrera distinta, debimos ser máximo 500 corredores en todas las categorías y rutas, quizás del medio maratón fuimos 100, así que el estrés de las carreras masivas no existió, pero sobre todo, todos respetaban el ritmo, en lo personal cuando sentí que iba lento le daba el paso a los que tenía detrás y eso que salí mas o menos a la mitad de mi grupo.
También es interesante todo el equipamiento que hay para los trail runners, desde las bolsas de camello con aditamentos especiales, hasta las compresoras de musculo, polainas, y alimento especial, por no decir de los tenis y demás.
En verdad que esta modalidad me encanto, lo que no se y hoy me pregunto es si se podrá en México hacer un trail de este nivel y nocturno, con tanta inseguridad, teniendo rutas hermosas en todo el país.
Me gusto que hubiera una zona de masaje al final, hoy me arrepiento de no haberla usado, pero creo que estaba mas contento de terminar y urgido por irme al hotel, tomar alimentos y llegar a tiempo al vuelo. Al final converse brevemente con el director de la carrera, acerca de cómo retomó esta actividad como organizador y como ha crecido la demanda de estas actividades, muy amable me invitó a regresar el próximo año y hasta ofreció ayudarme con hotel y demás facilidades de logística y mejor precio si veníamos en grupo (revisen su sitio en http://desertdash.com ).
Datos inútiles, como digo en clase, había mas mujeres que hombres, en mi categoría había aproximadamente un 10% mas mujeres, en la ruta se veía claro, después lo valide con las listas. Gracias a los chavos de Desert Dash y a la familia de trails de Nevada muy grata experiencia.
La carrera si la termine con mucho sweat, algunas beers y afortunadamente sin blood y sobre todo sin lesiones, pese a correr de noche y día, en terreno distinto a lo que corro normalmente, lo cual prueba que cualquiera podemos hacer lo que nos guste si lo entrenas.
Si algún día pueden hacerlo, corran en esta carrera; es una pena que la carrera Ultra Caballo Blanco en Urique, Chihuahua, se suspendiera en México por el entorno violento en el que vivimos, el ejercito tuvo que entrar a sacar y resguardar a los corredores…
Por un México que viva en Paz y no que descanse en paz….
¿Cuántos kilómetros corriste hoy?
Pues si pesé: “¡Qué chido!” Muchas veces en esta entrada.
Las muchas historias en una.
Y el final. Fue un “Que-CHIDO” mas como “Amen”.
felicidades por esa experiencia tan chida like a horse with no name.
Gracias, Gipi que rolón!!! ahora si que I’ve been through the desert as a horse with no name, (as en ves de on…) saludos!!!
Este tipo de carreras sí me llama la atención, estaría chido intentar algún día
Saludos