Maratón de Berlín y Maratón de Chicago / Comentarios /2018

#BuenDiaCorredoresMañaneros

Este año tuve la fortuna de obtener cupo en ambos maratones vía la lotería de participantes, así que además de los tradicionales maratones que corrí en la CDMX, en los Ironmans y Canadaman Xtri, se vinieron para casi cerrar mi temporada estas dos competencias.

Berlín

Comencemos con Berlín, este maratón es famoso por ser rápido y tener records mundiales frecuentemente, este año no fue la excepción y  así sucedió: Eliud Kipchoge lo corrió en 2h1m39s; tuve la fortuna de verlo en Berlín, tremendo keniano.

Mi descripción de las carrera la pondré en tres rubros: la carrera, la ruta y su ambiente.

 

La carrera está organizada al puro estilo alemán, sin embargo olvidan que somos más los extranjeros que la corremos ¿A que me refiero con esto? Al desorden ordenado que es, desde la recepción de paquetes que es en un viejo aeropuerto al cual entras sólo con tu código de inscripción y pasas dos hangares para ir al final a recoger tu bib, dorsal o número; atravesando una cantidad de tiendas y patrocinadores, para regresar y recoger la playera de finisher (si es que la adquiriste, y sí, te la dan el día previo al maratón).

En lo particular a un compañero de equipo y a mi nos tomó mas de 2h30m recoger dorsal y playera de finisher, esto un viernes por la mañana, definitivamente les falta ser lógicos en el orden, a mi parecer su gente de marketing buscaba un doble paso por las tiendas para forzarte a comprar.

El área de ventas tiene de todo … y más, desde otros maratones promocionándose hasta la última tendencia en medias de compresión, los precios son normales para Europa, hay una zona de comida por fuera de los hangares que tiene desde pasta hasta salchichas.

Nosotros estuvimos andando en transporte público, adquirimos el pase de múltiples días lo cual facilitó mucho los traslados.

La feria en si para recoger dorsal no es nada extraordinario pero si bastante amplia, dos hangares de tiendas habla mucho. El sábado hay un breakfast run, de 5km que termina en el estadio de Berlín, vale la pena correrlo, sin embargo no esperes un gran desayuno, lo que paga la carrera es entrar al estadio.

Definitivamente la ciudad se vuelca al evento del maratón, existen muchas oportunidades de descuentos en comidas, promociones turísticas y más en la zona de salida y meta en los días previos.

Lo saleroso para nosotros, fue la invitación de la embajada de México a dar el grito en Berlín a los corredores mexicanos que asistimos,  chusco dado que ofrecieron cervezas, tequila y totopos con frijoles, un discurso oxidado en alemán aplaudiendo y embelesando al nuevo y al anterior presidente, y en español sólo felicitando a la gente. Aún así, es lindo gritar ¡Viva México! Fuera de tu terruño. Nos retiramos inmediatamente después de dar el grito, había que descansar.

Mini maratón
Mini maratón

El sábado hay varias actividades previas, uno de mis hijos corrió el minimaratón, muy lindo organizado, el único tema que si me molestó es que nos gritaran indios negros, ¿Racismo en Alemania? Sí, así fue, afortunadamente mi hijo aunque es menor de edad, fue y es más inteligente que estos desafortunados racistas alemanes de similar edad; para el lector, corremos con una playera verde, blanco y rojo con nuestro nombre y que dice México, así que no había falla de que nos confundieran.

En la carrera de maratón el domingo, llegar a la salida es muy sencillo, aunque arrancamos tarde para mi estándar, casi 9:25 am,  ubicarte en tu corral de salida es lento y tortuoso, hay mucha gente y no respetan ni entradas y hacen difícil el trabajo de los voluntarios. Llegamos mi compañero de equipo y yo a las 8 am, del área de ingreso a nuestro corral fueron 40 minutos (1km aproximadamente de distancia), así que si vas a Berlín, mejor llega antes.

A partir de las 8:50am  salen los atletas de sillas de ruedas, a las 9:15 los elites y de ahí en oleadas conforme el tiempo indicado por cada corredor.

Hay música, aplausos y una emoción muy linda en la largada, de hecho fue la primera vez en toda mi vida de maratonista que salí corriendo sin tener que ir rebasando corredores  y mantener el paso al menos 10km con el mismo grupo de corredores(es decir, sí inscribieron bien su tiempo, lo cual, se agradece). En la ruta es vibrante haber leído y repasado la historia de Berlín para que al correr el maratón ubiques los cuatro sectores, es realmente impresionante y de llamar la atención cómo han evolucionado a la modernidad sin perder ciertos rasgos históricos. De principio ver desde la largada la columna de la Victoria  y cerrar con la Puerta de Brandemburgo (e imaginar la película de Faraway, so close y la canción de Stay de U2 de sonido ambiental)

De memoria recuerdo Ver la Cancillería Federal y el Reichstag, el Schöneberg City Hall (que era el senado de Berlín Occidental y donde Kennedy dijo la ya famosa frase de “Ich bin ein Berliner”), las ruinas de la iglesia Gedäschtnis Kirche, la Galería Nacional, el Centro Sony, pasar por zonas residenciales en fin, memorable el recuerdo. Si bien los alemanes no son precisamente expresivos, si alientan a su manera en la ruta.

Francamente esperaba muchas más bandas de música durante la ruta, ya que había leído que casi cada 500m había música,  si había pero contaría máximo diez o doce, se les agradece, así como a toda la tropa latinoamericana que nos echaba porras y ánimos (bueno, los brasileños no animan a los que nos son brasileños, lo cual es normal aunque no lo creas) chilenos, chapines, pamperos, uruguayos, mexicanos, colombianos, ecuatorianos, panameños y salvadoreños me los tope corriendo, animándonos y saludándonos mutuamente.
Así que es linda pero un poco fría la ruta. En cuanto a avituallamientos, todo bien, siempre hay agua servida en vasos de plástico, que por poco me resbalo con algunos de ellos. Este año vendieron vasos de hule de adidas, para que ahí tomaras agua y no tiraras a la basura el recipiente, similar a las carreras de trail; había fuentes de agua donde llenarla, también proporcionan después del km 25 unos geles de ultra sports, no lo tomé así que no tengo referencia, hay plátanos cada 5km después del medio maratón, en ciertas porras hay naranjas e incluso cerveza, después del km 30 hay gente que ofrece desde dulces, pretzels y otras fuentes de carbohidratos.

Es en realidad rápido, tenía una buena marca y ritmo conforme mi planeación hasta el km 37 y de ahí baje el ritmo, sí, el ambiente jala, definitivamente si este lo quieres para romper tu marca personal es buena opción, no es totalmente plano, pero sí lo suficiente para lograrlo. Al terminar  si pediste un poncho, te dan tu poncho, medalla, hay masajes para todos, cerveza y un área de estiramiento, muy seguro sin exagerar la presencia policial. Una experiencia muy buena y definitivamente recomendable para cualquier maratonista que quiera y pueda hacerlo. Terminé muy contento y de regreso a la casa, hasta aquí Berlín, hay una fiesta en la noche, sin embargo no asistí.

Chicago

En términos de maratón hasta hoy, se ha convertido en mi maratón favorito fuera de México. Desde que llegas a Chicago en el aeropuerto hay gente guiándote y explicándote lo necesario, todos muy amables al estilo gringo de servicio. Esta ocasión viaje solo.

Arribar a la entrega de paquetes es muy sencillo, hay transporte gratuito desde diversos puntos de la ciudad, muy vigilado y con extrema seguridad, desde perros, policías, policías de paisano, hasta soldados discretamente ubicados.

El lugar de la expo es más pequeño que Berlín, diría que poco más grande en tamaño que la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, pero todo fluye cual reloj, desde que pasas seguridad te mandan a un lugar donde ya te esperan con tu dorsal, bib o número, de ahí vas a recoger tu playera del evento y listo, a ver la expo, que tiene desde promoción de otros maratones, hasta alimentos, linda y rápida, esto me gustó mucho, quizás en 25 minutos había hecho todo el trámite y visitado lo más interesante para mi de la expo.

La carrera, sale en domingo, a las 7:30 am el grupo elite y a partir de ahí en bloques, yo estaba desde las 6:30 am para ingresar a mi puesto, pero, es una locura, más de una hora formado para que te revisen persona por persona y puedas ingresar a buscar tu corral, que si bien, está correctamente ordenado si te llevas 20 minutos adicionales en llegar; si tienes que dejar ropa en el guardarropa de nuevo pasas por seguridad, pero vaya, ya estas dentro.

El previo de la largada es muy tranquilo, sí, hay mucha emoción pero es más frío en esta parte que Berlín, quizás un 60% de los corredores son de EUA, un 5% mexicanos y el resto de diversos países. Una vez iniciada la competencia viene lo bueno, toda, sí toda la ruta hay gente, locales y no locales, hay mucha música (más que en Berlín) pese a que nos llovió este año. Como mexicano, correr en Chicago es como correr en casa, muchas porras muchos ánimos, en algunas zonas me sentí rockstar, sí, no exagero, en los barrios de mexicanos es increíble el apoyo que recibí, más que en el Maratón de la CDMX, con la diferencia que en Chicago no rebasan o invaden la ruta dispuesta para los corredores, vaya hasta los policías, SWAT y soldados te echan porras.

Los avituallamientos en Chicago están al menos del largo de una cuadra (70-100 m) lo cual permite refrescarte muy bien, alternando bebidas isotónicas y agua, además de que hay plátanos y geles en algunos kilómetros después del km 25. Pasar por Boystown es una fiesta, además de los espectáculos, las porras son grandiosas. La ciudad en buena medida se vuelca a la carrera, la ruta es sencilla, no tiene subidas pero sí muchas curvas, las vistas son lindas aunque no con tanta historia, pero bien valen la pena.

De igual manera en mi bloque salimos a ritmo, por segunda vez vi que del km1 al km30 prácticamente corrí con el mismo grupo de salida, es decir el ritmo que traíamos era el pusimos en el dorsal, por esto son nivel “major”, en Berlín esto me duró al km 10 después ya rebase y del km 20 me rebasaban; pero acá en Chicago me sorprendió esto, de hecho después de la media maratón algunos bajan el ritmo y claramente escuchas como otro corredor te dice: vamos sigamos jalando, al menos yo lo hice con otro mexicano y un colombiano que vi se ralentizaron, pero también estadounidenses lo hacían.

Francamente me agradó y sorprendió que varios (siete quizás ocho) anglosajones me decían “venga mexicou welcome let’s run over the wall”, con un doble sentido la frase.

Reitero la ruta es muy sencilla y con muchas porras, obviamente iba con mi camisa que dice México, eso ayuda, de hecho le baje casi media hora a este maratón comparado vs. Berlín, al menos 29m58s fueron por las porras.

El cierre y llegar a la meta, pudiera decir que es suave y armónico, tu medalla, tu capa térmica, agua, kit de recuperación, cerveza, foto de finisher, zona de descanso y cambio, zonas de encuentro y salida, una organización perfecta.

Aún así el maratón que personalmente he tenido más música es en Barcelona, pero la emoción y la entrega de Chicago fue gratísima para mi por vestir mi playera de México y tantos ánimos que recibí.

El Maratón de la CDMX está muy cerca de ser uno de los tops ¿Qué falta? Muchas cosas, que todos los que corran sean realmente maratonistas, no corredores de Instagram, en Chicago participaron 45000 corredores y lo terminamos 44571.

En México, francamente no creo que acabe ni el 20% real de los participantes; también falta que el público respete la vía de corredores; y más música o bandas, suele haber una banda por la Condesa y algunas tiendas ponen música pero no son más de cinco o seis, pero ahí vamos.

Chicago y Berlín son muy buenos maratones, te recomiendo definitivamente los puedas hacer; si eres puro corredor haz Chicago, si además te gusta la historia Berlín es el lugar entre estos dos.

 

¿Cuántos kilómetros corriste hoy?

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